…Y un día decidí abrir los brazos para aceptar todos los regalos que la vida me ofrece.
¿Aceptas los regalos?. Es curioso que durante mucho tiempo creí que me amaba más…
Y me he dado cuenta, que muchos de los regalos mágicos que me dan, me ha costado cogerlos, entonces me pregunto:
Si me considero una persona dadora, ¿por qué me ha costado recibir en ocasiones cosas maravillosas?
Es lo mismo dar que recibir, será acaso que nos han educado bajo el parámetro de:
Tú da, pero si te dan, algo querrán a cambio. Jodo! Bonitas creencias…
Así que:
Agradece sin cesar cada segundo, agradece, hasta lo que está por llegar…
Abre los brazos a lo inesperado…
Posiblemente lo inesperado te haga brillar, conectar y darte cuenta que ahí fuera sólo te espera lo que tú eres…
Date cuenta que no hay que luchar. A lo que te resistes persiste.
Cada instante es un regalo que la vida te brinda para seguir agradeciendo.
Deja una respuesta